

FERNANDO ORTEGA MADERO / Prensa – Gobernación de Bolívar
SIN IMPORTAR LOS riesgos que asumía, este niño hizo alardes de ingenio y valentía al colgar una hamaca en los repletos palcos de la plaza de madera de San Jacinto, a sólo dos metros de la arena. Allí disfrutó plácidamente las fiestas de toros que hicieron parte de las ferias de ese municipio, en un creativo homenaje al producto artesanal por excelencia de esta población bolivarense enclavada en los Montes de María. Sin duda, era el más cómodo y tal vez el más envidiado de los asistentes a la corraleja. Las fiestas en San Jacinto concluyeron este lunes con un balance positivo, dada la variada programación, la asistencia de visitantes de otras regiones del país y del exterior y la paz que reinó durante todo el fin de semana.
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